Documental japonés refleja la historia

cctv.com 09-03-2005 08:46

Han pasado 60 años desde el final de la Guerra de Resistencia contra la Invasión Japonesa. Sin embargo, incluso en estos tiempos de paz, más de 2 mil ciudadanos chinos aún se ven afectados por las armas abandonadas por los japoneses. Hoy, en nuestra serie especial de reportajes, les vamos a presentar a una realizadora de documentales japonesa, Tomoko Kana, que ha filmado las historias de las personas que sufren todavía los efectos de las armas químicas japonesas en China.

Con lágrimas de amargura, estas personas han visto cómo su futuro se ha desvanecido repentinamente. En su documental titulado "Desde la Tierra de las Lágrimas Amargas", Tomoko Kana se ha centrado en la completa desgracia de esta gente, que ha sufrido los efectos de las armas químicas fabricadas por Japón durante la guerra.

Tomoko Kana dijo: "A pesar de que han pasado 60 años del fin de la guerra, siguen apareciendo nuevas víctimas. Me horrorizó enormemente y pensé que debía decir la verdad a la gente por medio de la televisión. Así que empecé a filmar un documental relacionado con las víctimas de la postguerra."

Tomoko Kana se decidió a filmar el documental después de conocer en Harbin a una mujer de 27 años, Liu Min, cuando viajaba por China en 2003. El padre de Liu Min murió en 1995 a causa de las graves heridas que sufrió por la explosión accidental de una bomba abandonada por el ejército japonés. El dinero requerido para su tratamiento dejó a Liu Min con una enorme deuda cuando aún era sólo una quinceañera. Ella y su hermano tuvieron que dejar los estudios y ponerse a trabajar. Profundamente afectada por sus lágrimas, Kana decidió realizar un documental sobre los ciudadanos chinos que sufren las consecuencias de las armas dejadas atrás por las tropas japonesas.

Tomoko Kana dijo: "Yo no participé en la fabricación del gas venenoso ni invadí a China, pero soy japonesa y no puedo ignorar los hechos. Quisiera ayudar a estas víctimas en la forma en que me sea posible."

Tomoko Kana pasó 10 meses viajando por la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China, y visitó a más de 60 víctimas. Entre ellas, la de mayor edad tiene 70 años, y la menor sólo 7.

Por un contacto accidental con el gas venenoso, algunas de las víctimas han estado tosiendo día y noche durante 10 años, y muchas víctimas dependen constantemente de las medicinas. Todo esto causó una gran impresión en Kana. Como ciudadana japonesa, su conciencia se sintió en parte responsable.

Tomoko Kana afirma que las generaciones jóvenes en Japón conocen poco acerca de la guerra. Confía en inculcar en el pueblo japonés la responsabilidad de sus actos y la valentía para hacer frente a la verdad histórica. También añadió que quería ayudar a las víctimas del Ejército Imperial Japonés.

Editor:Victoria  Origen:CCTV.com


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