Economía: APN CCPPC
Albert Keidel expresa que "pienso que es una señal saludable, que signfica que el gobierno está ajustando sus objetivos y propósitos en vistas a lo que ha aprendido sobre las necesidades del país y sobre la premura con que gastará el dinero. Un incremento en el gasto de los subsidios de bienestar social y prestaciones sociales tendrá un impacto más rápido que los proyectos de infraestructura, que consumen más tiempo para echar a andar y para gastar el dinero".
Con las industrias exportadoras chinas agonizando, el gobierno dirige la atención a la demanda interna, donde un sector importante es la vasta población rural.
El programa experimental "Aldea de equipos electrodomésticos" se lanzó hace un año y se extendió a toda la nación el pasado mes de febrero. A las familias rurales se les hizo un descuento del 13 por ciento en una gama de productos electrónicos, con entrega gratuita a casa.
Li Dongchen es un campesino que además trabaja a tiempo parcial como camionero. Li y su esposa están satisfechos con el nuevo programa. Dice que "ahora el gobierno cuida a los campesinos y tiene esa política de hacer que la gente gaste. Nosotros queremos gastar porque estas cosas tienen un buen valor. Electrodomésticos como refrigeradores y televisores en colores son útiles. Ahora podemos ganar dinero. No hay razón para ahorrar todo nuestro dinero. Debemos disfrutar la vida".
El programa de efectos electrodomésticos es apenas uno de las tantas políticas adoptadas por el gobierno para reanimar la economía, así como una vía para acelerar el desarrollo rural.
La forma en que China administra su propia economía afecta al resto del mundo.
Liu Shangxi indicó que "la economía china registró una tasa de crecimiento anual del nueve por ciento en 2008, contribuyendo con un 20 por ciento al crecimiento económico global. Si China, la tercera economía del planeta, logra un crecimiento económico del ocho por ciento cuando el mundo comporta números rojos, el aporte de China al crecimiento global será superior al 40 por ciento".
Sin embargo, mientras el mundo cifra sus expectativas en China, el ministro de Comercio chino, Chen Deming, asevera que el país asiático tiene que organizar su casa primero. Indica que "considero que China es mucho más fuerte ahora que antes por eso el aumento de las expectativas del mundo sobre nosotros. Tenemos que asumir mayores responsabilidades y obligaciones en nuestro desarrollo. Pero también creo que no se debe subestimar a China. es un exageración describir a China como el gran salvador, como Paul en Kungfu Panda, que salvará al mundo de la crisis financiera".