El encendido de la llama en el estadio 

cctv.com 07-17-2008 11:16

Es ya tradicional que el encendido de la llama durante la ceremonia de apertura de los Juegos sea efectuado de forma original y espectacular. En los Juegos de Barcelona 1992, el arquero paralímpico Antonio Rebollo disparó una flecha incendiaria hacia el pebetero, desde el lado opuesto del estadio. Dos años más tarde, en Lillehammer 1994, la antorcha Olímpica entró en el estadio transportada por un saltador de esquí.

Pero no siempre todo marcha bien. En los Juegos de Sydney 2000, el mecanismo que transportaba el pebetero con la llama se paró, quedándose parado cerca de tres minutos, después de lo cual continuó su subida hasta a la torre.

Con el tiempo se hizo también tradición que el último de los corredores que transportara la antorcha fuera un atleta o ex atleta famoso. El primero de ellos fue el campeón Olímpico Paavo Nurmi en 1952. Más recientemente, entre esos famosos "finalizadores" del recorrido de la antorcha, se incluyen el jugador francés de fútbol, Michel Platini (1992) y el campeón de pesos pesados de boxeo, Muhammad Ali (1996).


La primera mujer en encender el pebetero fue Enriqueta Basilio en las Juegos Olímpicos de México 1968.

En otras ocasiones, las personas que encienden la llama en el estadio no son famosas pero aún así representan los ideales olímpicos. El corredor japonés Yoshinori Sakai nació en Hiroshima el 6 de agosto de 1945, el día en que la bomba nuclear destruyó aquella ciudad. Él simbolizó el renacimiento de Japón después de la II Guerra Mundial, cuando encendió la llama en los Juegos de Tokio en 1964. En los Juegos de Montreal, en 1976, dos adolescentes, una de la parte francófona y otra de la parte anglosajona de Canadá, simbolizaron la unión del país.

Editor:Wang Yanbo  Origen:


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