Hostal en un "hutong" de Beijing
cctv.com 08-04-2008 09:24
Cada vez está más cerca la inauguración de las Olimpiadas de Beijing. Muchos comerciantes de la ciudad esperan con impaciencia la llegada de este magno evento deportivo. De acuerdo con los datos publicados, desde el año 2007 trece hoteles de más de 4 estrellas han abierto sus puertas en Beijing. Presentes están, por ejemplo, los hoteles Shangrila, Sofitel, Marriott, Hilton y casi todos los más famosos del mundo. Según dicen, el precio de una habitación durante los Juegos Olímpicos en el Hotel Kunlun, de 5 estrellas, costará más de mil 500 dólares por noche. Con la llegada de las Olimpiadas de este año, se espera que la ocupación hotelera llegue a un máximo histórico. Sin embargo, no sólo los grandes hoteles pueden aprovechar esta oportunidad, sino también los ciudadanos de Beijing. Hoy vamos a conocer al señor Zhang y sus opiniones sobre las Olimpiadas.
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En el "hutong" Liuhe, uno de los típicos callejones en el oeste de Beijing, hay un hostal que aloja a numerosos extranjeros. Generalmente los hostales están en lugares visibles. Entonces, ¿por qué éste está tan escondido?
El gerente de Albergue Juvenil de Beijing Zhang Hao, dijo: "Es verdad que no es fácil encontrar este hostal porque está muy profundo en el callejón."
Zhang Hao es el propietario de este hostal. Aunque es difícil encontralo, el negocio marcha muy bien.
Zhang: "Acabo de recibir una reserva. Un grupo de 11 personas extranjeras tiene previsto venir a Beijing en julio. Sin embargo, no tengo suficientes habitaciones para ellos."
Si está tan oculto, ¿cómo es posible que el negocio marche tan bien?
Bueno, la respuesta está a la vista, y en gran parte es gracias al boca a boca entre los clientes.
Zhang: "El hostal no es muy grande. Nuestro sistema de funcionamiento no es un modelo comercial, sino que es algo particular."
Turista extranjero: "Es un hostal fantástico. Todo es perfecto."
Hace un año, Zhang Hao y su esposa regresaron a Beijing después de graduarse en Australia. Sin embargo, no se molestaron en entrar en el mercado laboral, sino que se arriesgaron a ganarse la vida con su propio negocio.