Siete años después de ser seleccionada sede de los Olímpicos, Beijing se declara lista 

cctv.com 07-15-2008 09:26


BEIJING, 13 jul (Xinhua) -- Cuando He Zhenliang, entonces miembro de la mesa directiva del Comité Olímpico Internacional (COI), hizo su última intervención para defender la candidatura de Beijing durante el proceso de selección de la sede de los Juegos Olímpicos de 2008, el 13 de julio de 2001, él y todo el pueblo de China estaban ya decididos a cumplir con lo prometido.


"Eligiendo a Beijing como la sede de los Olímpicos, ustedes llevarán los Juegos por primera vez en la historia a una nación conformada por una quinta parte de la población mundial, y 1.300 millones de chinos dedicarán todos sus esfuerzos al Movimiento Olímpico", dijo He.

"Si ustedes le conceden a Beijing la oportunidad de llevar a cabo los Olímpicos, puedo asegurarles que dentro de siete años podrán sentirse muy orgullosos de la decisión tomada hoy", agregó.

Exactamente siete años después de haber hecho esa promesa, los organizadores y el pueblo están ad portas de cumplirla plenamente.

A diferencia de otras sedes anteriores, los trabajos de preparación de Beijing se han apegado al cronograma, y algunos escenarios y otras obras de infraestructura han incluso sido concluidas de forma anticipada.

La ciudad ha invertido 40.000 millones de dólares en infraestructura, con obras que incluyen un nuevo terminal en el Aeropuerto Internacional Capital y varias nuevas líneas de metro. Adicionalmente, los costos de realizar los Juegos rondarán los 2.100 millones de dólares.

El relevo de la antorcha olímpica, que por estos días sigue avanzando sin contratiempos en suelo chino, es el más largo en la historia, con un total de 130 días para recorrer 137.000 kilómetros por todo el mundo.

La llama sagrada también fue llevada a la cima del Monte Qomolangma (Everest) por primera vez en la historia, una gesta que ha sido calificada como "heróica" por diferentes voces alrededor del mundo.

La audiencia local no ha fallado, y ha estado siempre ahí para animar tanto el relevo como los Juegos, ondeando banderas y cantando vivas al país y al certamen.

La tragedia también ha rondado el camino hacia la Justa. El terremoto de 8,0 grados en la escala de Richter que el pasado 12 de mayo estremeció el suroccidente del país cobrando unos 70.000 vidas, ha sido uno de los golpes más fuertes al ánimo de los organizadores del evento y del país entero.

Sin embargo, la nación ha venido sobreponiéndose al dolor, y ha seguido avanzando con paso firme, afinando los últimos detalles antes de la hora cero, el próximo 8 de agosto.

"Llevar a cabo las Olimpíadas es un viejo anhelo de todo el pueblo chino, y nos hemos venido preparando para convertirlo en realidad desde el mismo 13 de julio de 2001", dice Deng Yaping, cuádruple campeona olímpica de tenis de mesa, durante una visita a cientos de niños de las zonas afectadas por el fenómeno natural.

"En los últimos siete años les hemos enseñado mucho a los niños de nuestro país acerca de los Olímpicos, y por eso ahora tienen muy claro en qué consiste el espíritu olímpico y el porqué del lema 'más alto, más rápido, más fuerte'", sostiene Deng, quien es ahora funcionaria del comité organizador de la Justa y trabaja en la actualidad en los ajustes finales de la Villa Olímpica.

Desde cuando el COI le confió la misión de ser sede del certamen deportivo que más presencia el mundo cada cuatro años, la contaminación del aire se convirtió en otra de las serias preocupaciones de Beijing. La ciudad puso en marcha un agresivo esfuerzo para limpiar su aire y descongestionar sus avenidas.

El municipio ha invertido más de 17 millones de dólares en medidas anti-polución, como reubicar fábricas y construir más líneas de metro.

La disposición más reciente consistió en retirar de las calles unos 300.000 vehículos altamente contaminantes. El comité organizador de la Justa también anunció hace poco que a partir del 20 de julio, cada tercer día, los carros particulares no podrán circular dependiendo de si el último número de sus matrículas es par o impar. Adicionalmente, y durante el mismo período, la mitad de los vehículos oficiales deberán quedarse en los garajes.

De acuerdo con estimativos oficiales, las medidas reducirán en cerca de un 50 por ciento el flujo vehicular de la ciudad, es decir que más de 1,5 millones de carros se quedarán parqueados cada día. Eso fue exactamente lo que ocurrió durante un fin de semana de agosto del año pasado, cuando se hizo un ensayo que tuvo un dramático impacto tanto en el tráfico como en la calidad del aire.

El COI, haciendo eco de las preocupaciones expresadas por algunos deportistas, había advertido que podría modificar el calendario de las pruebas de largo aliento para hacer frente a potenciales riesgos para la salud de los atletas. Sin embargo, ahora parece que los temores se están desvaneciendo al mismo ritmo que se va despejando el cielo de la capital.

Con la ciudad exhibiendo tan notoria mejoría en tal cantidad y variedad de aspectos, no podía dejarse a la deriva la educación de sus habitantes, cuyos malos hábitos los habían hecho tristemente famosos alrededor del mundo.

Por eso desde hace varios años, el gobierno puso en marcha diferentes campañas encaminadas a superar este incómodo problema, y los resultados son halagüeños. Cada vez son más raros los casos de gente que escupe, fuma, arroja basuras, o profiere insultos en las calles, así como los de aquellos que no respetan las filas.

Una encuesta llevada cabo por la Universidad Popular de China en febrero reveló que en 2007, el 2,54 por ciento de la gente aún escupía, prácticamente la mitad de los que lo hacían sólo un año atrás, mientras que la contaminación deliberada decayó de 5,3 por ciento en 2006 a 2,86 por ciento en 2007, al tiempo que quienes se saltan en las filas pasaron de ser un 6 por ciento de la población a sólo un 1,5 por ciento en el mismo lapso.

Con la gran inversión que en todos los aspectos ha significado llegar al actual grado de preparación, y concientes de las múltiples amenazas que rondan al país en general y al evento en particular, lo último que quieren las autoridades nacionales y municipales es correr riesgos en materia de seguridad.

Por eso la ciudad ha preparado y desplegado un contingente de 150.000 guardias, de los cuales al menos 80.000 velarán por una celebración segura de los Olímpicos. Todos ellos contarán con la asistencia de no menos de 290.000 voluntarios.

Una de las más recientes medidas, adoptada el 29 de junio, obliga a los usuarios del metro a someterse a requisas y revisiones de paquetes en todas las estaciones de la ciudad, para evitar el transporte de elementos prohibidos.

Así mismo, pocas semanas atrás fueron lanzados simulacros antiterroristas para evaluar el nivel de preparación de las fuerzas de seguridad ante eventuales ataques químicos, secuestros y otras posibles contingencias. Perros entrenados en la detección de explosivos serán en breve desplegados por la capital.

De igual modo, a partir de junio, y hasta el 31 de octubre, el servicio postal nacional suspendió los envíos de paquetes que contengan líquidos, disposición que fue precedida de una similar aplicada desde abril a los equipajes de mano en los vuelos domésticos.

Como una garantía extra, y para motivar aún más a la ciudadanía para que colabore en el mantenimiento de la seguridad durante los Juegos, el Buró Municipal de Seguridad Pública de Beijing ha ofrecido recompensas de hasta 500.000 yuanes a las personas que suministren información valiosa relacionada con amenazas reales al certamen.

Finalmente, y para que el mundo se entere en tiempo real del desarrollo de unos Olímpicos que la capital china ha anunciado como los mejores de la historia, es necesario garantizar un funcionamiento perfecto de los medios de comunicación, y para eso la ciudad se dio a la tarea de construir tres centros de prensa de talla internacional, que entraron en servicio en la semana que termina.

El martes, el Centro Principal de Prensa, el Centro Internacional de Transmisión (con capacidad para 21.600 periodistas acreditados), y el Centro de Medios Internacionales de Beijing 2008 (que servirá a unos 5.000 comunicadores no acreditados), iniciaron sus operaciones, y fueron objeto de los mejores comentarios por parte de los profesionales que hoy, a poco más de tres semanas de la ceremonia inaugural, ya se han instalado en Beijing.

Tan seguros están los organizadores de que los periodistas extranjeros no tendrán el mínimo problema en el ejercicio de su trabajo, que Li Changchun, miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China, aseguró el jueves mientras visitaba uno de los complejos que en caso de que no estén satisfechos con los servicios allí ofrecidos, podrán presentar sus quejas directamente ante Liu Qi, presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Beijing.

Editor:Duan Hongyun  Origen:Xinhua


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