央視國際 www.cctv.com 2006年06月25日 16:40 來源:
阿根廷贏了!歡笑,尖叫,哭泣,舞蹈都不足以表達阿根廷球迷又一次見證“上帝神奇”的激動之情。“王子”馬克西 羅德里格斯用他並不常用的左腳完成了絕殺,但這只左腳在那一刻並不屬於他,也並非馬拉多納所講——是他借給馬克西的,而更像是來自上帝的幫助。
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原文:El pr岥ncipe M ximo
Genial, sublime, sensacional. Maxi Rodr岥guez le dio a la Selecci帙n el pasaje a cuartos con un golazo tremendo, el primero que convierte el equipo desde fuera del rea. El parto con M岢xico tuvo final feliz. Ahora viene Alemania.
La jugada quedar guardada en el disco r岥gido del hincha argentino como si hubiera sido toda, absolutamente toda, en c mara lenta...
La tensi帙n domina cuando parte el cambio de frente llovido de Juan Pablo Sorin. Maxi Rodr岥guez lo amortigua en el pecho como si debajo llevara una alfombra roja y, con la pierna que menos usa, saca un zurdazo de otra cara.
Le pega a lo Maradona.
Con la potencia y la direcci帙n que s帙lo le daba el mago de Dios. La pelota, sin caprichos, viaja con los ojos posados sobre ella hasta infiltrarse irreverente en el arco mexicano. Oswaldo S nchez, el excelente arquero de la oposici帙n, estira sus manos, trata de sacar fuerzas de sus piernas, quiere —literalmente— volar.
Pero la cancha, m s iluminada todav岥a por los flashes del mundo, ve c帙mo estalla la red. Y en ese instante sublime parecen todos argentinos aunque no lo sean.
Maxi corre pidiendo tapas de diario mientras el resto lo corre para tambi岢n festejar en primer plano. Hasta se da un resquicio entre compa?eros para burlarse en la montonera y descreer de la intenci帙n de su pie izquierdo.
Pero enseguida se vuelven a hinchar las venas a la altura de la garganta. Hay abrazos entre abrazos. Hombres que lloran. Y otros que huyen del protocolo y gritan el gol en sectores que en un Mundial no pueden ser parciales. Porque s帙lo de ese modo se grita un golazo, un rayo de vida en una Copa del Mundo que se pon岥a oscura como la noche.
Si el miedo inmoviliza, gran parte del estadio est quieto. En shock emocional con im genes en dos colores. Porque nada borra, aunque todo lo intente, la secuencia de un partido para cansarse vi岢ndolo hasta en un plasma.
La cara desencajada de Heinze mientras su desprotegido Rafa M rquez derrumba su arco. El "juanete" milagroso de Crespo para que Borgetti fuera m s desequilibrante para los argentinos que para los visitantes. La pelota que toca, y que pica, el mismo Valdanito que la roza pero se va mirando despechada hacia el arco. El tiro del 9 de ellos que busca ngulo hasta que el Pato se cambia las manos y la saca como en Boca. La superaci帙n t ctica y posicional de M岢xico, que le clava sus flechitas en el ego al vulnerado Pekerman. Todo se precipita en un ritmo vertiginoso en el que la Selecci帙n sufre como una parturienta. Por eso termina el primer tiempo y lo mejor de todo es que se est 1 a 1 y con el ingenuo de Heinze sin roja directa...
El partido se sufre. Tambi岢n el segundo tiempo, cuando otra vez Borgetti lustra las manos del Pato. O cuando llega la primera volea de Maxi que termina en c帙rner. O cuando Rom n recuerda qui岢n era Riquelme, y qui岢n era Bochini, y deja face to face a Saviola aunque el arquero se la saque. O cuando entran los cuerdos bajitos. Argentina, con limitaciones, con un 4 que por un rato juega a extra?ar a Zanetti, va para adelante. Sabe que camina en esa frontera entre la vida y la muerte. Y entonces Jos岢 elige reproducirse, busca ganar con los que m s saben jugar. Entonces est n en cancha Messi, Tevez, Aimar y lo que queda de Rom n, buenos pies al servicio de la causa. Si hay peligro de derrumbe mundial, ellos pueden jugar juntos. Y hasta se piensa en bajarlo a Batistuta de su rol de analista junto a Eto'o para que nos deje meterle un poco de miedo en vivo a Beckenbauer.
Para colmo hay alargue, otros 30 minutos en los que se para el mundo. En los que s帙lo se puede ver f徂tbol. En los que se recuerdan c balas, se rozan los poderes de los gemelos que ahuyentan la mala onda, se aprietan los dientes como quien sabe que puede recibir un balazo pero no lo quiere escuchar... Hasta que se comprueba que ese estallido te deja vivo, que el que se va a casa es el inc帙modo rival con t岢cnico conocido. Porque la pelota, aqu岢lla que todav岥a est en el aire, de tan lenta que viaja repasando la pel岥cula del partido m s vibrante del Mundial, no tendr final de cuento de Fontanarrosa. Ning徂n hincha viejo y canalla de tanto fanatismo se morir en el instante del grito con el cuerpo vibrando por el gol del Maxi leproso. ?Qu岢 mejor manera de vivir que viendo un golazo as岥 de Argentina en un Mundial?
作者—武一帆—西班牙語
責編:佟杉杉