央視國際 www.cctv.com 2006年06月15日 22:24 來源:
本屆世界盃上,阿根廷隊在第一場比賽中贏了科特迪瓦隊;在2002年韓日世界盃上,阿根廷第一場也是迎戰非洲球隊,1:0戰勝了尼日利亞;明天,阿根廷將迎戰一支歐洲球隊塞黑,而上屆世界盃上,第二場迎戰的也是來自歐洲的球隊,英格蘭;明天的比賽中,佩克爾曼會對第一場的陣容作出點變化,他將派上盧喬 岡薩雷斯替代坎比壓索的位置,而在2002年,也是在第二場比賽中,貝爾薩用基利 岡薩雷斯取代了克勞迪奧 洛佩斯的位置;上屆世界盃上,阿根廷和英格蘭的比賽在一個全封閉的體育場中進行。歷史驚人的相似,明天的比賽體育場,蓋爾森基興的傲赴沙爾克球場也有一個封閉的頂棚,而FIFA今天昨天剛剛確認,明天的比賽中,因為陽光不利於電視轉播而將關閉體育場的頂棚! 以上種種不詳的徵兆都在表示著明天這場比賽將不會一帆風順。那麼阿根廷在本屆世界盃上的命運是不是也會像上屆一樣呢?
所有的這些徵兆都預示著不詳。如果我們有巫師的靈藥,有術士的符咒可以幫我們逢凶化吉就好了。可是這些東西都沒有。但是在足球場上有獨特的祈求上天祝福的方式,很多球員都有他們自己獨特的一些習慣,他們相信這些習慣可以帶來好運氣。
球員們都説這些習慣不能説出去,因為一旦説了就不靈驗了,但是很多他們的動作我們可以觀察到。比如,當球員進場的時候,很多球員一定先讓自己的右腳踏上草坪,其中阿亞拉,克雷斯波,馬克西 羅德里格斯,馬斯切拉諾和海因策都回這麼做,並且他們還會彎下腰撫摸一下草皮,並且在胸前劃十字。還有,當球隊拍成隊進場的時候,總是索林第一個進場,裏克爾梅最後一個進場,而且索林手裏總要拿一個水壺,在進場的時候喝上一口,然後扔到一邊。
裏克爾梅自己的習慣也很獨特,他用右腳進場,然後要小步跳上6下,並且在比賽開始前的全隊合影之後,他會摘下自己的念珠,親吻一下,然後扔給艾馬爾保管。以上的步驟每步都不能少。
另外,球隊在坐大巴車的時候,每個隊員,還有教練的位置總是固定的,從來沒有人到別人的位置上去坐;在比賽中,替補席的座次也是固定的。
在阿根廷隊中,球員有自己的迷信這一傳統很早就有了。在98年世界盃上,巴蒂斯圖塔總是把自己球衣的領子豎起來,而且球隊合影的時候,他總是右膝跪地;還有西蒙尼,在1994年和1998年世界盃的時候,他總會把每天的報紙和雜誌上對手球隊的照片剪下來,貼在自己房間的墻上,並朝著照片大聲吼叫道:“我不會允許你們把我的世界盃夢想搶走!”
世界上並不存在什麼神鬼,也沒有什麼巫術。但是大家還是保持著自己獨特的一點迷信的舉動,大家的想法是:萬一真的有呢?
鏈結:http://www.lanacion.com.ar/coberturaespecial/mundial2006/nota.asp?nota_id=814765
原文:Todo sirve contra los malos augurios
Las c balas conviven con la Argentina: algunos entran en la cancha con el pie derecho y siempre se respeta la ubicaci帙n en el 帙mnibus y en el banco de los suplentes; Riquelme es uno de los que m s ceremonias cumple y, claro, los ritos tambi岢n se extienden al cuerpo t岢cnico
HERZOGENAURACH, Alemania.- La Argentina se impuso en el primer partido del Mundial, como ocurri帙 en Corea-Jap帙n 2002. Y ante un rival africano, igual. Y ahora el fixture impone el cruce con un oponente europeo, Serbia y Montenegro, que no pudo ganar en el estreno, como hace cuatro a?os suced岥a con Inglaterra, otro del Viejo Continente. Y Jos岢 Pekerman introducir岥a una variante, Lucho Gonz lez por Cambiasso, como en la Copa anterior dispuso Marcelo Bielsa con el ingreso de Kily Gonz lez por Claudio L帙pez del estreno al segundo encuentro. Y aquel cotejo ante los ingleses se disput帙 en Sapporo, sede de un estadio que ten岥a la particularidad de ser totalmente cerrado. Ma?ana, en Gelsenkirchen, la Argentina jugar en un escenario que cuenta con un techo corredizo y la FIFA ayer confirm帙 que lo cerrar n porque el sol perturba la visi帙n y perjudica las transmisiones televisivas ?Basta de agitar fantasmas!
Todos se escapan de los pron帙sticos agoreros. Entonces, qu岢 mejor que tener a mano p帙cimas protectoras, conjuros divinos o un elixir salvador. Nada de eso existe, se sabe, pero el folklore del f徂tbol, hist帙ricamente, le ha dado cobijo a creencias y h bitos que por repetidos se volvieron ley. Los ritos y las c balas se instalaron definitivamente en el equipaje de cualquier delegaci帙n que sue?a con escalar hasta la cima y se aferra a la idea de que en el camino tendr que espantar maleficios. Man岥as, promesas... Casi todos los tienen. Desde los supersticiosos hasta aquellos que abordan la vida desde un costado m s pragm tico. Si hasta los que asumen el f徂tbol como una cuesti帙n cientificista tambi岢n se arrodillan ante el mandato de lo imaginario. Y este plantel no escapa a la norma general.
Dicen los practicantes que las c balas no deben conocerse porque pierden su encanto guardi n o benefactor. Pero las que se realizan en p徂blico escapan a esa normativa t cita. Entonces, cuando ingresan en la cancha, antes de pisar con el pie derecho, Ayala, Crespo, Maxi Rodr岥guez, Mascherano y Heinze se agachan, tocan el c岢sped y se persignan. Claro que esa fila de once que ingresa tambi岢n sigue un ritual: Sorin la abre y Riquelme la cierra. El capit n ingresa con una botellita de agua y va tomando peque?os sorbos, hasta que la arroja a un costado justo en el paso previo a entrar en el campo de juego. Despu岢s de los himnos y antes de romper filas, el ?Vamos, carajo! de Juan Pablo es otro eslab帙n infaltable.
Justamente, frente al himno cada uno guarda su particular estilo. Ayala y Sorin, desde hace a?os, se llevan la mano derecha a la altura del coraz帙n, ah岥 donde la camiseta lleva bordado el logo de la AFA. Y desde el debut con Costa de Marfil se sum帙 Crespo a los legionarios de esta creencia. El cuarto que repite la escena, aunque desde el banco, es Coloccini. Todos los dem s entrelazan sus manos detr s de la espalda. Por otro lado, cada vez que suena la canci帙n patria, otros dos jugadores atienden una rutina diferente; se trata de Riquelme y Cambiasso, que en lugar de mirar al frente clavan sus ojos en la bandera argentina que, a un costado, sostienen los chicos de la organizaci帙n.
Mientras desde hace unos d岥as el Chino Fern ndez, uno de los kinesi帙logos del plantel ya no luce sus habituales bigotes ("ahora la cara le queda demasiado ancha", es la broma repetida que no le da tregua), v岥ctimas de vaya a saber qu岢 tipo de ofrenda, Riquelme es un caso especial por la multiplicidad de ceremonias que despliega. Ingresa con el pie derecho y avanza seis saltitos consecutivos sin apoyar el izquierdo y, despu岢s de la foto del equipo -tambi岢n debe respetar ciertas posiciones, seg徂n los titulares- se quita un rosario, lo besa, lo guarda en la mano derecha, llega hasta el borde de la cancha y se lo arroja a Aimar, que lo espera en el banco. Nada puede fallar.
Las ubicaciones adquirieron un lugar preponderante y deben respetarse fielmente. Los asientos donde cada uno se acomoda en el 帙mnibus que traslada a la delegaci帙n son inamovibles. All岥 siempre est Pekerman, delante de todo y de todos, en la primera butaca de la derecha si se atiende la direcci帙n del veh岥culo. Y en la cancha es igual. ?C帙mo se acomoda el cuerpo t岢cnico en el banco de los suplentes? Ya est diagramado: de izquierda a derecha, el Chino Fern ndez, Tucho Villani, el Pato Fillol, Gerardo Salorio, Eduardo Urtasun, N岢stor Lorenzo, Hugo Tocalli y en el final, Jos岢. Son ellos mismos, con algunos apellidos que se han ido agregando con los a?os y otros que faltan aqu岥 -el entra?able kinesi帙logo Ra徂l Lamas-, los que mantienen una costumbre que naci帙 en enero de 1995, en Bolivia, en el primer sudamericano del ciclo Pekerman: tras cada gol de la selecci帙n, se abrazan en una emotiva rueda.
El recorrido por las c balas podr岥a detenerse en decenas de estaciones. Como las de Gabriel Batistuta, que en Francia 98 se sub岥a el cuello de la camiseta - by Eric Canton - y cerraba los ojos mientras entonaban el himno, o la que utiliz帙 en Corea-Jap帙n 2002, cuando posaba con la rodilla derecha sobre el c岢sped en el momento de la tradicional foto del equipo. O Diego Simeone, que en las copas de 1994 y 1998 hab岥a pegado en las paredes de su cuarto recortes de diarios y revistas con im genes de los rivales para motivarse grit ndoles que no les iba a permitir que le robasen su sue?o Mundial. No hay ni que explicar que no existe conjuro que pueda con el destino. Porque todos saben que las brujas no existen. Pero, por si acaso
作者-王家順 北京外國語大學西葡語系
責編:段曉冬